INCÓGNITA EN EL RÍO
Por: Alonso Quintín
A veces las aguas del río murmuran esas cosas
que de paso,
será mejor callar,
pero están ahí
flotando sobre el agua.
A veces bajaban
con quietud inquebrantable
como queriendo alinearse al horizonte
como si quisieran olvidar el último asombro
el último vestigio de luz
la última ráfaga
el grito antes de caer
y rodar por la pendiente al borbollón.
De vez en cuando el río trae murmullos extraños
troncos y ansiedades.
Tal vez el rio no hable pero el viento habla.
Los prisioneros caían como racimos al agua.
No se inmutaban
parecían conocer bien el trabajo
que les dictaba la suerte
y en vez de cargos de conciencia,
libaban con vino por la muerte.
El rio es un pesar que se canta
Un pesebre de añoranzas
trae de ausencias otoñales
cuando los agentes del gobierno
multiplicaron las balas
arriba en la planicie cerca del río.
Lo demás es una larga cadena
de olvidos y traiciones.
A veces las aguas del río murmuran
cosas raras,
rezagos de metralla.
partir de alguna historia triste
cuando bajan por el río
las fuerzas del orden se detienen
a despejar incógnitas
indagando una y otra vez
por los que vendrán después.
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